EL BAUTISMO DE JESUS



Con la metáfora «el Espíritu», que originariamente significaba «viento» (fuerza) o «aliento» (vida), se designa la vida y la fuerza de Dios. La frase «bajar como paloma» alude al modo de hablar propio de aquella cultura, donde era proverbial la querencia de la paloma por su nido. Al utilizarla, se está indicando que el lugar natural del Espíritu de Dios, o de Dios mismo, es el hombre que muestra tal amor a la humanidad. Pero, además, en la tradición judía se hablaba de que el Espíritu de Dios «se cernía sobre las aguas» de la primera creación como una paloma sobre su nidada. La bajada del Espíritu sobre Jesús significa que en él culmina la creación, que el compromiso que ha hecho, por el cual participa de la vida y fuerza de Dios, lo levanta hasta la plena condición humana, la del Hombre-Dios.